Así es como se sentía cada vez que Ami clavaba sus ojos en él. Desnudo. No importaba que fuera una mirada tierna, de aquellas que hacían que el muchacho se derritiese como un pedazo de chocolate al sol, o una mirada llena de superioridad como la que dirigía a todos aquellos a quienes no consideraba interesantes. No importaba si era una mirada de deseo, de aquellas con las que la muchacha parecía poder ver a través de él y saber todo lo que ocurría en su interior, no importaba que fuera una mirada tierna. Él se sentía desnudo cuando Ami le miraba, porque cada vez que ella clavaba sus enormes orbes rojizos en él, tan extraños, tan especiales, se sentía indefenso.
Lo que no sabía era lo que sentía Ami cada vez que él la miraba.
Y ella también se sentía desnuda.
Echaba de menos leerte, te echo de menos a ti :)
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