Le echa una mirada de reojo al móvil y tiene ganas de usarlo aunque sabe que no debe hacerlo. Quiere, necesita, que alguien la apoye sinceramente, solo por el placer de querer animarla y no por cortesía o para auto consolarse en aquellos días oscuros. Añora a Ami más que nunca, porque nunca habían pasado tanto tiempo separadas y superadas, y la cama sigue oliendo a Matt.

Entonces, la pantalla del bendito móvil se ilumina y le llega un mensaje de remitente desconocido. No importa, porque sabe quién es. Solo ella conoce ese número. Solo ella le manda mensajes.
Trata de no agobiarte. Come y duerme bien, o no estarás a tope. Te quiero>>
Es escueto pero dulce a la vez. Le sobra. Por primera vez en días, se siente algo realizada. Irónicamente ya no necesita el texto, porque lo tiene memorizado, así que lo borra y recuesta la cabeza sobre la almohada. Siente que apenas huele a nada.

Cierra los ojos. Descansa.

domingo, 24 de mayo de 2009

Dray y Ami



Reflexión de los sentimientos de Ami por Dray

******************************************

Para Ami, la vida no es nada más que una especie de broma macabra, un veneno que se extiende inexorable por sus venas y no la deja morir en paz.

Para Ami, la vida no necesita sentidos, porqué para ella ya existió alguien, mucho tiempo atrás, que significó mucho para su corazón. Y como la traicionaron e hirieron, decidió que los sentidos eran para los tontos.

Para Ami, es igual que fuera de casa haga frío o calor, porque ninguna de las dos sensaciones es suficientemente poderosa para obligarla a admitir que en realidad siente, y que está helada o abrasada.

Para Ami, el tiempo no tiene importancia. Si ella quiere hacer algo simplemente lo hace y si no quiere hacerlo, permite que se pudra en la miseria. Sin problemas.

Para Ami no hay vida, ni sentido, ni sensaciones, ni tiempo, porque ella es superior a todo eso.


Por eso no entiende por que Dray es capaz de hacer todo eso con ella.

No entiende porque su vida se le antoja alegre cada vez que él anda cerca – aunque, por supuesto, es demasiado orgullosa para admitirlo.

No entiende porque su vacío cobra sentido cuando él aparece, y porque se apaga cuando él se va.

No entiende porque se le pone la carne de gallina cuando evoca su mirada, ni porque suda, acalorada, cuando recuerda sus manos fuertes y morenas.

No es capaz de entender porque el tiempo a su lado pasa tan injustamente rápido, aunque merecedor.


Ami no entiende nada de eso, o tal vez lo tiene todo perfectamente claro.

Para Ami, Dray es vida – la vida que él le ha dado – y también es muerte – la que él le ha quitado.


Para ella, Dray lo es todo. Y con eso le basta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario