Le echa una mirada de reojo al móvil y tiene ganas de usarlo aunque sabe que no debe hacerlo. Quiere, necesita, que alguien la apoye sinceramente, solo por el placer de querer animarla y no por cortesía o para auto consolarse en aquellos días oscuros. Añora a Ami más que nunca, porque nunca habían pasado tanto tiempo separadas y superadas, y la cama sigue oliendo a Matt.

Entonces, la pantalla del bendito móvil se ilumina y le llega un mensaje de remitente desconocido. No importa, porque sabe quién es. Solo ella conoce ese número. Solo ella le manda mensajes.
Trata de no agobiarte. Come y duerme bien, o no estarás a tope. Te quiero>>
Es escueto pero dulce a la vez. Le sobra. Por primera vez en días, se siente algo realizada. Irónicamente ya no necesita el texto, porque lo tiene memorizado, así que lo borra y recuesta la cabeza sobre la almohada. Siente que apenas huele a nada.

Cierra los ojos. Descansa.

martes, 19 de mayo de 2009

Historia de Adyhel


Corta historia sobre el pasado de Adyhel, princesa de Nanamia, y el origen de su carácter avinagrado.


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Adyhel era una chicha muy especial, diferente a todas las demás. No era diferente por su físico, aunque era verdad que era más bajita y menuda que las demás chicas de su edad, ni por su ropa, a pesar de lo raro que pueda parecer el hecho de que vista completamente de negro incluso durante el verano. No era diferente por su expresión avinagrada más típica de un coronel que de una adolescente, ni por su carácter hosco, brusco y remilgado. No tenía nada que ver con el hecho de que jamás estuviera acompañada por nadie, ni porque pareciera no tener amigas (aunque la verdad era que no parecía importarle), sino que era diferente por un motivo muy diferente. No había nadie más como Adyhel en todo el reino de Nanamia, porque había algo en ella que la hacía muy especial.
Y es que Adyhel, aun con su pequeñez, su ropa y su comportamiento, era una princesa.



Las cosas no habían sido siempre así (excepto su tamaño, siempre había sido una niña muy bajita para su edad), ya que hubo un tiempo durante el cual Adyhel fue la alegría del palacio. Cuando era pequeña su madre le ponía hermosos y recargados vestidos de volantes rosados, y ella correteaba por el castillo con la alegría pintada en el rostro, jugando con criadas y trabajadores con total soltura.
Había otro niño en el palacio además de ella y sus hermanos. Se llamaba Seiya y era el hijo del secretario personal del rey. Adyhel y él eran mucho más que amigos, puesto que a pesar de la diferencia de estatus que había entre ambos iban juntos a todos lados, jugaban, reían, se complementaban como dos piezas hermanas de un gran rompecabezas. Adyhel quería a Seiya con locura, incluso pasaba más tiempo con él que con Max y Jacky, sus propios hermanos gemelos, y no había nadie en todo el palacio capaz de imaginar que pasaran un solo día el uno sin el otro.
" ¡Te quiero Ady!", solía decirle Seiya, que era todo un galán a pesar de los siete años que tenía, y acompañaba las palabras por algún gesto cariñoso, como un abrazo, un beso o alguna flor. Todo el mundo estaba seguro de que el inmenso cariño que sentían el uno por el otro acabaría convirtiéndose en algo más a medida que crecieran, hasta el punto que tal vez acabarían siendo rey y reina de Nanamia.

Pero un día las cosas cambiaron completamente, y lo que para todos había sido una relación maravillosa y una vida perfecta se torció hasta convertirse en una auténtica desgracia.
Un día Adyhel se había puesto enferma y Seiya había tenido que ir a la escuela él solo.
"Te traeré un regalo", le dijo el niño a su amiga, a pesar que ella solo tenía un simple resfriado.
Por ese motivo, el coche oficial que al terminar las clases había recogido a los príncipes en la salida de la célebre academia donde estudiaban, se había marchado sin esperar al pequeño hijo del secretario real. Una niñera le acompañó a pie hasta la zona comercial, donde se encontraban las mejores boutiques con los artículos más lujosos y caros, pero allí no había nada de que Seiya quisiera para su amiga, por lo que a escondidas de la criada se escapó hasta una zona más corriente, llenas de establecimientos cualquiera. Deambuló lleno de curiosidad por las calles atestadas de gente con prisas, y acabó por detenerse en una juguetería cuyo aparador estaba completamente infestado de peluches y muñecas. A lo lejos escuchó algo de alboroto, pero no le prestó atención. Tardó apenas unos minutos en escoger el juguete perfecto, un mullido osito de peluche que poco se asemejaba a las caras e inútiles muñecas de porcelana que Adyhel tenía en su habitación, ataviadas con caros vestiditos de seda y con largos y finos cabellos rizados, y luego salió de la tienda con la intención de regresar a la zona donde había despistado a su niñera – que debería estar buscándole desesperadamente – y hacer como que se había perdido.
El niño remontó la calle con paso aristocrático y no se dio cuenta de lo que se le echaba encima. Y que no pudo evitar.


Adyhel nunca recibió el muñeco. Su amigo Seiya se había encontrado completamente solo, ingenuo y desprotegido en el peor lugar posible y en el peor momento del día, y ella simplemente no podía creerse que por culpa de eso no fuera a volver a verle más.
"Hubo un atraco", escuchó que una de las criadas le decía a otra, "el hombre llevaba una pistola, y el señorito Seiya ni siquiera se dio cuenta. Supongo que pensó que había algo divertido por ver".
Y, aunque ella no acabó de entender lo que había ocurrido, aunque no sabía porque había pasado aquello, si que sabía que algo había cambiado irremediablemente en su vida.
No derramó ni una sola lágrima durante los primeros días en los que se encontró sola, y cuando finalmente fue consciente de que Seiya se había ido y de que no volvería a verle nunca más, se convirtió en la princesa oscura, caprichos y malcriada que tomó posesión del castillo con toda la fuerza de su dolor para tratar de soportar el dolor con mayor facilidad.

3 comentarios:

  1. woo
    este si que me lo e leidoo xd
    pobre Adyhel snifnisf
    i pobre Seiya... solo le queria comprar un regalito a su amiga snifsnif
    TT;_____TT ahora me deprimo :'( xd

    me encanta la carita de Adyhel :D es muy expresiva xd

    un besazooo

    pooor cierto: catalán o castellano?
    jajaja xq x el flog ablamos catalan
    pero como veo que tienes todo escrito en castellano aqui..
    jajaja
    como quieras a mi me es igual :D xdd

    un beso

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  2. *_* te seguii en el bloggg!!!
    me voy a poner a leer una por una todas las historias de este blog :)
    sobre todo porque me encanta como escribis :)
    y todos los personajes q tenes :)
    quiero hacer una serie de tus personajes, un animee!! XD
    como me gustaria adaptar tus historias a la tv *_*
    jejejej :P
    un besotee grandee
    Lina

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  3. --___-- ke amargada... no creo ke seiya ubiera kerido eso para ella...

    mi padre diria: "una buena palisa es lo que necesita para que se acomode"

    yo por mi parte digo: "ke se kede amargada y sola, el mundo no necesita preocuparse por gente asi"

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